jueves, 31 de octubre de 2013

CUANDO USTED DIRIGE LA REUNIÓN

gráfico tipo de reuniones
TIPOS DE REUNIONES


El líder tendrá diferentes misiones dentro de la reunión, según esta sea informativa, consultiva u operativa, y del buen desempeño de sus responsabilidades dependerá en gran parte el éxito de la reunión.
¿Quién debe dirigir la reunión? En este aspecto hay muchas opiniones. La pregunta requiere una  respuesta que depende de la interpretación que se haga de: "control". El control evoca de forma automática la autoridad. Tal autoridad puede existir a causa del grado de los conocimientos, del prestigio, de la edad o de otros factores, y ello implica que los participantes experimentan un respeto que les hace aceptar una decisión de control, estén conformes o no con ella.
Si no hay autoridad efectiva  la reunión desemboca en una mera discusión o conversación.  Una persona que tenga autoridad puede delegar el control, en cuyo caso la designación de un presidente de la reunión que pertenezca al mismo nivel que los participantes es posible.
Quien ejerce el mejor control es la personal que pertenece a un escalón más elevado, cuya autoridad todo el mundo reconoce como oficial. El éxito del control depende de la diplomacia de dicha persona al aplicarlo.
Quien convoca una reunión debe ser consciente de que en mayor o menor medida los participantes van a entrar en la misma con ciertos perjuicios acerca de: la importancia de la reunión, del afán de protagonismo de alguno de los asistentes, las posibles discusiones, los juicios que puedan hacer los demás de uno mismo (perdida-ganancia de imagen), etc., etc.
Los hombres entran en la sala de reuniones con sus pasiones, sus perjuicios, sus resentimientos, sus opiniones más o menos cualificadas fundadas o infundadas, y las personalidades diferentes, se  enfrentan, huyen, reaccionan a veces violentamente en sentidos opuestos, bajo influencias, sin embargo idénticas.
Como líder de una reunión cuente con dos barreras psicológicas que es fácil que se den en la misma. La del status entre el supervisor y el subordinado, que limita la comunicación en ambas direcciones, y por otra, la pérdida de prestigio que preocupa a todos a la hora de afirmar o preguntar (lo que pensarán los demás de mí). Hay otras barreras como la hostilidad interpersonal, o la de escudarse en las formas o reglamentos formalmente establecidos ("esto es mi Jefe quien debe decirlo y no yo" o "ahora no es mi turno, y me callo").
Al mismo tiempo los miembros de un grupo eficiente y productivo han de hacer que se satisfagan dos tipos de necesidades, los propios del desarrollo de la tarea y los de reforzamiento y mantenimiento del grupo.


Tenga en cuenta que el grupo trabaja sin cesar a dos niveles diferentes, uno intelectual y el otro afectivo, cuando el emocional se sobrepone al lógico afloran las emociones y los choques se vuelven inevitables.
 El individuo reacciona en grupo de una forma más emocional que cuando está solo. Trata de mostrarse al nivel de los demás. Cambia su comportamiento normal para ganarse la aprobación de los demás o para enfrentárseles.
El "sentirse seguro" es la segunda necesidad fundamental que hay que respetar. La primera es sentirse "respetado por los demás".
Estos sentimientos son absolutamente personales y subjetivos y no suelen responder a ninguna  base lógica ni razonable. El  hombre normalmente cree aquello que desea creer.
Se puede afirmar que en toda reunión hay un alto nivel de antagonismo hacia las ideas.
Cuando se pregunta a un participantes, cuya. idea ha sido criticada, si se ha sentido afectado por dicho ataque, casi siempre responderá que no se ha sentido atacado personalmente.  Pero si le observamos cuidadosamente comprobaremos que, a la primera oportunidad, devuelve el  golpe a sus críticos.
Cuando el oponente es una persona agradable, su espíritu negativo resulta aceptable para todos, considerándose éste como una parte del toma y daca diario de las reuniones.
El elemento más trastornador de las reuniones es el ciclo: reto-defensa-contrarreto que se deriva del hábito de reaccionar negativamente ante toda idea nueva (rigidez, confusión, negatividad, rivalidad).
En las reuniones de toma de decisiones hay una dificultad adicional vinculada con la determinación de los objetivos: además de esas preguntas hechas abiertamente siempre están presentes una serie de problemas encubiertos. Uno de ellos, un gran problema, por cierto, es el de los objetivos de subgrupo, frente a los del grupo, y otro el de mantenimiento del grupo frente a cualquier posible interferencia externa, etc.

Así, en una reunión en la que están representados dos o más departamentos encontramos a menudo objetivos no expresados verbalmente, que yacen debajo de la superficie. El  departamento de ventas desea asegurarse' de que no pierde nada de su actual control sobre fijación de precios. La gente de producción no desea que, después de la reunión, los vendedores estén en mejores condiciones que antes para imponer programas de producción...
En algunas circunstancias un individuo o un subgrupo pueden beneficiarse bloqueando la definición de los objetivos.
Meditemos que opinión nos merecen estas palabras de M.V. Seagoe en su "Pedadogie et motivation":
"Comienzo la reunión enunciando lo que vamos a hacer. Les dejo discutir y plantear preguntas y fatigarse en vano durante un tiempo, hasta que se suscita la cuestión de saber cómo proceder para  examinar la cuestión. En este punto me dispongo a intervenir con algunas sugerencias sobre las diferentes posibilidades de llevar a cabo nuestro trabajo. Al final convenimos en un determinado tipo de plan que difiere de todos los planes que habíamos preparado cada uno de nosotros al comienzo de la reunión".
Una forma de tomar decisiones, apreciada por muchos hombres de negocios es abrir una discusión limitada y pasar a la emisión inmediata del voto, de forma similar a la parlamentaria. La debilidad básica de este método se halla en que, aun cuando la decisión finalmente alcanzada sea una decisión satisfactoria para el problema, puede tratarse de una decisión más aparente que real.  En cierto sentido, se desafía a la minoría a que demuestre que la decisión de la mayoría es equivocada.
Los períodos de impopularidad son el  destino del líder de un grupo. Debe elegir entre la ganancia a largo plazo, por un lado, que resultará de la eficacia, y la popularidad a corto plazo, por el otro, que puede obtener abdicando de su liderazgo e ignorando problemas incómodos, como los límites de tiempo.
A lo largo de múltiples experiencias desarrolladas durante diez años por G.M. Prince se vio que las posibilidades de que una reunión logre el éxito se ven reducidas en ausencia de un presidente reconocido.
Según Robert F. Bales una reunión suele tener dos líderes, un "hombre de ideas" y un "hombre preferido". No es imposible que coincidan en la misma persona pero es poco probable. La persona más agradable (o la que más gusta) es generalmente la segunda o tercera en la importancia de participación.
La persona más agradable y el especialista en ideas forman una pareja que se respalda mutuamente. Sin embargo, la persona más agradable puede atraer al especialista en ideas aunque no estén siempre de acuerdo


jueves, 10 de octubre de 2013

8 PASOS PARA LA GESTIÓN DEL CAMBIO CON ÉXITO

Gráfico de Gestión del Cambio de J. kotter

Gráfico, Gestión del Cambio de J. kotter

Tanto si está considerando un pequeño cambio en uno o dos procesos o si desea realizar un gran cambio en todo el sistema organizativo, es usual sentirse incómodos e intimidados por la magnitud del reto.
Sabe que el cambio es necesario pero no sabe realmente cómo hacer que suceda. ¿Por dónde empezar? ¿A quién involucrar?
Hay muchas teorías acerca de cómo “hacer” el cambio. Muchas de ellas provienen de John Kotter, un profesor en la Escuela de Negocios de Harvard y un muy renombrado experto en cambios.
Kotter presenta su proceso de 8 pasos hacia al cambio en su libro “Liderando el cambio” (“Leading Change”), publicado en 1995.
Los 8 pasos son:

Paso 1: Cree sentido de urgencia
Para que ocurra el cambio, es ayuda que toda la empresa realmente lo desee. Desarrolle un sentido de urgencia alrededor de la necesidad de cambio. Esto puede ayudarlo a despertar la motivación inicial para lograr un movimiento.
Esto no es simplemente mostrar una estadística de ventas de personas pobres o hablar de la creciente competencia. Abra un diálogo honesto y convincente acerca de lo que está pasando en el mercado y con su competencia. Si mucha gente empieza a hablar acerca del cambio que propone, la urgencia puede construirse y alimentarse a sí misma.

Qué hacer:
  • Identificar potenciales amenazas y desarrollar escenarios que muestren lo que podría suceder en el futuro.
  • Examinar oportunidades que deben ser o podrían ser explotadas.
  • Iniciar debates honestos y dar razones convincentes para hacer a la gente pensar y hablar.
  • Solicitar el apoyo de clientes para reforzar sus argumentos.
Kotter sugiere que, para que el cambio ocurra con éxito, el 75% de los directos y gerentes de la compañía deben “comprar” el cambio. En otras palabras, debe trabajar duro en este primer paso e invertir mucho tiempo y energía en la construcción de una urgencia., antes de pasar al siguiente paso. Que no haya pánico y no haga un gran salto por no correr el riesgo de nuevas pérdidas a corto plazo.

Paso 2: Forme una poderosa coalición
Convenza a la gente de que el cambio es necesario. Esto a menudo implica un fuerte liderazgo y soporte visible por parte de gente clave dentro de la organización. Gestionar el cambio no es suficiente. También tiene que liderarlo.
Puede encontrar líderes del cambio dentro de la empresa. Para liderar el cambio, debe reunir una coalición o equipo de personas influyentes cuyo poder proviene de una variedad de fuentes, incluyendo los puestos que ocupan, status, experiencia e importancia política.
Una vez formada, su “coalición” necesita trabajar como equipo, en la continua construcción de la urgencia y del impulso en torno a la necesidad del cambio.
Qué hacer:
  • Identificar los verdaderos líderes de su organización
  • Pídales un compromiso emocional
  • Trabaje en equipo en la construcción del cambio
  • Identifique áreas débiles dentro del equipo y asegúrese de que tiene una buena mezcla de personas de diferentes departamentos y diferentes niveles de la empresa

Paso 3: Crear una visión para el cambio
Al empezar a pensar en un cambio, probablemente habrá muchas grandes ideas y soluciones dando vueltas. Vincule esos conceptos con a una visión general que la gente pueda entender y recordar fácilmente.
Una visión clara puede hacer entender a todos el por qué está usted pidiéndoles que hagan algo. Cuando las personas ven por sí mismas lo que están tratando de lograr, las directivas que les son dadas cobran más sentido.
Qué hacer:
  • Determine los valores que son fundamentales para el cambio
  • Elabore un breve resumen que capture “lo que ve” como futuro de la organización
  • Cree una estrategia para ejecutar esa visión
  • Asegúrese de que su coalición pueda describir la visión en 5 o menos minutos
  • Practique su “declaración de la visión“a menudo.
Paso 4: Comunique la visión
Lo que haga con la visión después de crearla determinará su éxito. Su mensaje posiblemente encuentre fuertes competencias en las comunicaciones diarias dentro de la empresa, por lo que debe comunicarla frecuentemente y con fuerza, e incluirla dentro de todo lo que haga.
No se limite a llamar a reuniones extraordinarias para comunicar su visión. Hable de la visión cada vez que pueda. Use diariamente la visión para tomar decisiones y resolver problemas. Cuando se la mantenga fresca en la mente de todos, ellos recordarán la visión y actuarán en respuesta a ella.
También es importante “caminar la charla”. Lo que usted hace es mucho más importante – y creíble – que lo que usted dice. Demuestre el tipo de comportamiento que usted espera de los demás.
Qué hacer:
  • Hable a menudo de su visión de cambio
  • Responda abierta y honestamente a las preocupaciones y ansiedades de la gente
  • Aplique su visión en todos los aspectos operativos, desde el entrenamiento hasta la evaluación de la performance. Ate todo a la visión
  • Predique con el ejemplo
Paso 5: Elimine los obstáculos
Si sigue estos pasos y llega a este punto en el proceso de cambio, es porque ha hablado de la visión y ha construido la suscripción a ella desde todos los niveles de la organización. Con suerte, su gente querrá ocuparse del cambio y conseguir los beneficios que ha estado promoviendo.
Pero, ¿hay alguien que se resista al cambio? ¿Existen procesos o estructuras que están en el camino?
Ponga en marcha la estructura para el cambio y compruebe constantemente las barreras que existan. La eliminación de los obstáculos puede potenciar a las personas que usted necesita paraejecutar su visión and puede ayudar a avanzar en el cambio.
Qué hacer:
  • Identifique o tome personas nuevas que sean líderes del cambio y cuyas funciones principales sean hacer el cambio.
  • Mire la estructura orgánica, puestos, y sistemas de recompensas para asegurarse de que están en consonancia con su visión.
  • Reconozca y recompense a la gente que trabaja para el cambio
  • Identifique a las personas que se resisten al cambio y ayúdeles a ver que lo necesitan
  • Adopte medidas para eliminar las barreras (humanas o no)

Paso 6: Asegúrese triunfos a corto plazo
Nada motiva más que el éxito. Dele a su empresa el sabor de la victoria en una fase temprana del proceso de cambio. Dentro de un breve período de tiempo (que podría ser un mes o un año, dependiendo del cambio), usted va tener que lograr resultados palpables por su gente. De otra manera, la gente crítica y negativa podría lastimar el proceso.
Cree metas a corto plazo y no sólo un objetivo a largo plazo. Usted desea que cada pequeño logro sea posible, con poco margen para el fracaso. Su equipo de trabajo para el cambio puede tener que trabajar muy duro para llegar a los objetivos pero, cada “victoria“de corto plazo puede ser muy motivador para todo el personal.
Qué hacer:
  • Busque proyectos de éxito asegurado, que pueda implementar sin la ayuda de aquellos que sean críticos del cambio
  • No elija metas tempranas que sean costosas. Usted desea poder justificar la inversión de cada proyecto.
  • Analice cuidadosamente los pros y contras de cada proyecto. Si no tiene éxito en su primera meta, puede dañar enteramente su iniciativa de cambio.
  • Reconozca el esfuerzo de las personas que le ayudan a alcanzar los objetivos.

Paso 7: Construya sobre el cambio
Kotter sostiene que muchos proyectos de cambio fallan porque se declara la victoria muy tempranamente. El cambio real sucede muy profundamente. Las victorias tempranas son sólo el comienzo de lo que se necesita hacer para lograr los cambios a largo plazo.
El lanzamiento de un nuevo producto utilizando un sistema completamente nuevo está muy bien. Pero si puede lanzar 10 productos nuevos, eso significa que el nuevo sistema funciona. Para llegar a esa décima victoria, deberá seguir buscando mejoras.
Cada victoria proporciona una oportunidad para construir sobre lo que salió bien y determinar qué se puede mejorar.
Qué hacer:
  • Después de cada victoria, analizar qué salió bien y qué se necesita mejorar
  • Fijarse más metas para aprovechar el impulso que ha logrado
  • Aprenda sobre Kaizen, la idea de la mejora continua
  • Mantenga ideas frescas sumando más agentes y líderes del cambio

Paso 8: Ancle el cambio en la cultura de la empresa
Por último, para lograr que cualquier cambio pegue, éste debe formar parte del núcleo de la organización. La cultura corporativa a menudo determina qué hacer, por lo que los valores detrás de su visión deben mostrarse en el día a día.
Haga que los esfuerzos continuos para garantizar el cambio se vea en todos los aspectos de su organización. Esto ayudará a darle un lugar sólido al cambio en la cultura de la organización.
También es importante que los líderes de su empresa sigan apoyando el cambio. Esto incluye el personal existente y los nuevos líderes que vayan sumando. Si pierde el apoyo de estas personas, podría terminar donde empezó.
Qué hacer:
  • Hablar acerca de los avances cada vez que se dé la oportunidad. Cuente historias de éxito sobre procesos de cambio, y repetir otras historias que oiga.
  • Incluye los ideales y valores del cambio cada vez que contrate y entrene gente nueva
  • Reconozca públicamente los principales miembros de su coalición de cambio original, y asegúrese de que el resto del personal – nuevos y viejos – se acuerden de sus contribuciones.
  • Cree planes para sustituir a los líderes principales del cambio, a medida que éstos se vayan. Esto ayudará a asegurar que su legado no se ha perdido u olvidado.
Puntos claves:
Tiene que trabajar duro para cambiar con éxito a una organización. Cuando planea cuidadosamente y construya un buen fundamento, la aplicación del cambio podrá ser mucho más fácil, y se podrá mejorar las posibilidades de éxito. Si está demasiado impaciente, y si espera resultados demasiado pronto, es más probable que fracase.
Crear un sentido de urgencia, contratar poderosos líderes de cambio, construir una visión y comunicarla de manera eficaz, eliminar los obstáculos, crear triunfos a corto plazo, y construir sobre el cambio. Si usted hace estas cosas, puede ayudar a hacer del cambio parte de su cultura organizacional. Ahí es cuando se puede declarar una verdadera victoria.


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