Creatividad e innovación en la Empresa
Introducción
La edad se estipula por la mayor o menor capacidad creativa e imaginación
que tenga el individuo. Esta aseveración deja constancia de que hay muchos
viejos jóvenes y jóvenes viejos. ¿En qué grupo estás tú? A medida que envejecemos vamos perdiendo la capacidad y el hábito de
crear.
Cuando éramos niños podíamos crear todo un mundo con tan solo; una caja de
cartón, o unos fideos, o unas mantas y sillas. Si nos poníamos a escarbar en la
tierra con un palo que encontrábamos y una piedra que estaba acomodada a
nuestra mano y nos facilitaba golpear el palo que sujetábamos con la otra, podíamos
construir nuestro escenario para grandes batallas o carreras de coches
simulados con otras piedras.
Los niños se ensimisman en su mundo donde no le falta de nada. Esta
capacidad imaginativa la vamos dejando a un lado creyendo que no son cosa de
adultos. ¡Cuán equivocados estamos!
Los empresarios y directivos excelentes siguen ensimismándose en su mundo
de soluciones creativas para que sus proyectos vitales tengan fuerza y pujanza.
¿Qué es pues la creatividad?
Es un proceso mental que nos ayuda a crear ideas. Es, por tanto, una
actitud para crear. Por la que proyectamos soluciones a problemas cotidianos de
nuestro día a día. Esta habilidad se puede desarrollar y canalizar mediante
técnicas y metodologías que van necesariamente unidas al hábito continuado y
entrenamiento con la intención consciente de incrementar nuestra innata
capacidad de crear.
La creatividad de una persona se comprueba por la capacidad que tiene de
generar ideas; y se mide por la fluidez, la flexibilidad y originalidad de
estas ideas.
Es también básico y necesario para desarrollar nuestra creatividad tener un
pensamiento
divergente; Divergente, por su
parte, es aquello que diverge (que discrepa, discorde o se separa). El
pensamiento divergente o pensamiento lateral, por lo tanto, consiste en la
búsqueda de alternativas o posibilidades creativas y diferentes para la
resolución de un problema. Lo que existe a través de la actividad intelectual
forma parte del pensamiento.
El segundo termino de nuestra ecuación, La Innovación
Es el proceso en el cual a partir de una idea,
invención o reconocimiento de una necesidad se desarrolla un producto, técnica
o servicio útil hasta que sea comercialmente aceptado. (Sherman Gee)
En mi opinión, una
persona (o profesional) innovadora tiene que tener un grado suficiente de
descaro y falta de pudor mojigato. Si levantamos la mirada de nuestros escritorios
podemos comprobar que las últimas innovaciones están muy localizadas en nuevas
tecnologías y en edad muy temprana de sus creadores. La juventud tiene el
descaro necesario para romper los paradigmas sociales que anquilosan y
mediatizan lo innovador de nuestros pensamientos. Pero, no el joven por ser
joven sino por poseer la actividad necesaria en pensar creativamente (ver
“formación en edad adulta” de mi blog Avant-addformacion)
Los Modelos Mentales,
“No vemos el mundo como es, sino como somos.”
“Los modelos mentales son supuestos hondamente arraigados,
generalizaciones e imágenes que influyen sobre nuestro modo de comprender al mundo
y actuar.” (Peter Senge)
Las personas somos nuestros recuerdos, nuestra capacidad de aprender de las
experiencias. Vivimos en un mundo de creencias que se autogeneran o se
cuestionan. Adoptamos esas creencias por que se basan en conclusiones que
asimilamos bien sea por nosotros mismos o, por lo general, por influencia de
nuestros semejantes cercanos. Cuando decimos “que bonita rosa con sus pétalos
de terciopelo” es seguramente porque lo hemos oído antes de alguien cercano a
nosotros.
“El problema de los modelos mentales no radica en que sean atinados o
erróneos. Por definición, todos los modelos son simplificaciones. El problema
surge cuando los modelos mentales son tácitos, cuando existen por debajo del
nivel de la conciencia.” (Peter Senge)
- · Nuestra creencia son la verdad
- · La verdad es evidente
- · Nuestras creencias se basan en datos reales
Estas tres premisas
impiden el pensamiento creativo porque ahogan la Inteligencia Divergente tan
necesaria para la creatividad y, por esta, a la innovación de nuevas soluciones
personales o profesionales.
El proceso desde la Creatividad hasta la Innovación
Desde la idea creativa
que parte de la divagación, introspección, improvisación y la observación de
los demás hay que tamizarla por la fase de selección. En esta fase se definen
criterios de selección de la/s idea/s que nos den un resultado nuevo y mejor
que el que teníamos en el punto de partida, más barato, más rápido, más seguro,
más estético, más cómodo.

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