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martes, 30 de abril de 2013

VÍDEO | ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación como herramienta de Trabajo;


6 MENSAJES CLAVE:

  1. Piensa antes de hablar: Es imprescindible entender y estructurar el mensaje. No sólo transmitas el mensaje, asegúrate de que ha sido comprendido en su auténtico significado. 
  2. Un mensaje cargado de palabras con valor sugerente negativo no facilitará una comunicación eficaz, más aún, la convierte en una comunicación contraproducente. 
  3. La escucha activa se practica prestando atención a lo que se oye y se ve, usando tiempo para reflexionar, preguntar (feedback) y tomar notas. 
  4. Superar las barreras (ruidos y filtros), con el fin de conseguir una comunicación lo más efectiva posible, es el objetivo de todo emisor. 
  5. Cualquier pretexto puede ser adecuado iniciar una conversación con una persona. 
  6. Debemos ser capaces de adaptarnos a los diferentes estilos de comunicación de nuestros colaboradores. 
Emilio Aragón | avant


https://www.emilio-aragon.com/medios-didacticos-avant


miércoles, 10 de abril de 2013

COMUNICAR EN SITUACIÓN DE CRISIS

equipo de trabajo sentados en corro

Una crisis mal llevada puede convertirse en un importante problema para su empresa. Sin embargo, saber manejar este tipo de situaciones lo convertirá en un indiscutible líder ante sus compañeros.



Una crisis provoca emociones exacerbadas que abarcan desde el entusiasmo hasta el miedo. Y es sabido que en una situación emotiva, las personas se vuelven más sensibles.
Por lo tanto, su comportamiento durante la crisis influirá más de lo habitual en los demás. Lo mejor será que el equipo salga reforzado de la experiencia y que eso le sirva en situaciones futuras.

La mentalidad de crisis suele caracterizarse porque el grupo tiene la sensación de que no le queda más opción que unirse y eso potencia su sentido de la identidad.
A menudo la crisis hace aflorar talentos ocultos de una persona que, a partir de ese momento, es mejor valorada por los demás miembros del equipo.
Una crisis es el momento ideal para mostrar al resto del grupo talentos ocultos.
Los roles tradicionales del equipo se rompen en situaciones de extrema tensión y las funciones de cada uno se flexibilizan.
Así, si alguien se muestra decidido a hacer un trabajo que habitualmente no hace, dele una oportunidad porque seguro que se sorprenderá.

Las siete reglas de la comunicación.

Las siete reglas de la comunicación con el equipo durante una situación de crisis:

1- Mantenga informado a todo el equipo: no deje de comunicar cualquier dato relevante mientras dure la crisis. No espere hasta la reunión de evaluación del día siguiente para dar explicaciones. El desconocimiento y la falta de información llevarían al equipo a cometer errores durante la resolución de la crisis.

2- Reúna al equipo cuando tenga que dar instrucciones o comunicar un dato importante: La única forma de saber que todo el mundo sabe lo mismo y trabaja según las mismas pautas es reunir el equipo para darle instrucciones.

3- Inste al equipo a que haga preguntas: sabemos que estará deseando dar las instrucciones lo más rápido posible y que todo el mundo se ponga manos a la obra. Pero si no deja que nadie haga preguntas, en una reunión o después, alguien podría confundir los hechos, no valorar correctamente las prioridades o entender mal sus instrucciones. No olvide que algunos miembros del equipo estarían siendo presos del pánico y eso no les ayuda a pensar con claridad.
Si no les permite que hagan preguntas para evitar perder tiempo, les estará pidiendo que se enfrenten a una crisis con información equivocada o con un enfoque incorrecto.
Mantenga un tono sereno. Al hablar a su equipo, cuide el tono de voz. Aunque esté asustado o estresado, su trabajo consiste en evitar que cunda el pánico.
Procure que su voz no produzca alarma y muéstreles que está tranquilo para que ellos también lo estén.

4- Haga participar al equipo en la toma de decisiones importantes: este es el enfoque ideal porque consigue que la gente se comprometa con la decisión y que haga todo lo posible por que funcione. Evidentemente, en plena crisis, no puede perder tiempo organizando encuestas y debates para discutir cuál es la mejor solución al problema. Pero procure involucrar al equipo lo máximo posible.

5- Esté siempre cerca: si la crisis es de las que entristecen o condicionan emocionalmente al equipo, es probable que los empleados necesiten hablar con usted. Es posible que estén tristes, frustrados y se sientan que no pueden comunicarse con usted porque está muy ocupado para atenderlos. Por ello, busque tiempo para escucharlos.

6- Muestre a su equipo que está de su parte: asegúrese de que las personas a su cargo saben que su bienestar es una prioridad para usted.

7- No pierda nunca el sentido del humor: la risa es la mejor forma de reducir el estrés. Si se suma a las bromas o las inicia, el equipo lo considerará una persona divertida.

MANIPULACIÓN EN LOS "MASS MEDIA"



10-estrategias-de-manipulacion-mass-media

La lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios


(Noam Chomsky;  lingüista)


1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la auto culpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.